San Raimundo de Fitero,
abad y fundador
Fecha: 1 de febrero
Fecha en el calendario anterior: 6
de febrero
†: c. 1160 - país:
España
Canonización:
Conf. Culto: 1719
Hagiografía:
Abel Della Costa
Elogio: En
la villa de Ciruelos, en la región española de Castilla la Nueva, san Raimundo,
abad de Fitero, fundador de la Orden de Calatrava, bajo la Regla del Cister, e
insigne sostenedor del cristianismo.
Lamentablemente la vida de
san Raimundo de Fitero, tan importante y original como fundador, está envuelta
en algunas nieblas, como ocurre con casi todos los santos de aquellos siglos.
La primer noticia concreta de él la tenemos como monje de Yerga, en La Rioja,
en el año 1141, pero sabemos que antes de eso fue canónigo en Tarazona, no
lejos de allí. Su año de nacimiento, familia y patria son discutidos, pero
parece que su apellido de familia fue Sierra o Serra; en cuanto al lugar de
nacimiento la opinión más razonable -sostenida vehementemente por Flórez con
buenos argumentos- es que es originario de la propia Tarazona, y no de Francia
como es la otra corriente de interpretación, ni menos aún de otros lugares
menos defendidos (como Tarragona, que parece simple confusión con Tarazona).
Hacia 1141, como se ha
dicho, es monje en Yerga, donde parece que ya antes de la fundación del
monasterio vivían en el monte algunos anacoretas. En 1146 encontramos a
Raimundo como abad del monasterio de Nienzabas, que quizás haya sido
simplemente un traslado de la comunidad de Yerga.
Bajo su mando el monasterio
parece haber prosperado mucho, a juzgar por la cantidad de escrituras de
compraventa que se conservan, y por las dádivas reales que la fundación
recibía. Fue en la década del 50 que toma el hábito cisterciense, aunque ya en
el 48 había asistido al capítulo general de la Orden donde estuvo san Bernardo.
Nienzabas quedaba cerca de
la ermita de Yerga, de Fitero y de Calahorra, y en los dominios del rey de
Castilla, que favoreció grandemente la fundación. Hacia el 1154 el monasterio
tenía las suficientes propiedades como para ofrecerse a sostener Calatrava, una
plaza estratégica rescatada a los moros, donde habían sido fuertes los
templarios, aunque en el momento en que Raimundo se hace cargo está
prácticamente abandonada. El rey Don Sancho se la deja en heredad en 1157.
en unir en unas mismas personas los dos carismas: el de la lucha armada contra los infieles y el de monjes, y entusiasmó con el proyecto a Raimundo. Con mucha oposición por parte de la Orden Cisterciense, nace así una orden nueva y original, la de Calatrava, de monjes-soldados, alentada también por el arzobispo de Toledo Don Rodrigo, quien publica indulgencia plenaria para quienes ayuden a la defensa de Calatrava. «Con los monjes de Fitero capaces de tomar armas, y los vasallos y colonos que le quisieron seguir, marchó San Raimundo á Calatrava, reparó sus muros, abasteció la plaza, y saliendo Velazquez al frente de los alistados, aterró á los moros circunvecinos con sus rebatos y felices algaradas», resume Flórez.
Sin embargo la fundación de
la orden de Calatrava, y la actuación en la defensa de la plaza trajo a
Raimundo más amargura que gloria. La Orden Cisterciense tomó a mal este emprendimiento,
y aun se le reprochó el haber obrado imprudentemente y en desobediencia. Es
difícil saber si había base jurídica para los reproches, pero lo cierto es que
Raimundo murió retirado de su cargo de abad (hasta qué punto voluntariamente u
obligado a ello es imposible establecerlo hoy) como monje en Ciruelos, en 1165.
El cuerpo permaneció enterrado en Ciruelos hasta que en 1461 se reivindicó su
obra, y se lo exhumó, trasladándose solemnemente sus reliquias al monasterio de
Monte Sión de Toledo. En la actualidad se encuentran en la catedral de la misma
ciudad. La Congregación de Ritos aprobó el culto para la Orden Cisterciense en
1702, y para España en 1719.
Este artículo, como es
notorio, sigue los lineamientos del correspondiente de Flórez en España Sagrada,
tomo L, páginas 37 a 48. Hay otras lecturas del personaje que el mismo Flórez
señala y discute. Hay noticia de san Raimundo en Acta Sanctorum, febrero I,
págs. 252-255. También puede consultarse Catholic Encyclopedia, s.v. Calatrava.
La imagen es una estatua del santo en el ayuntamiento de Fitero.
Abel Della Costa
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ingreso o última
modificación relevante: 31-1-2013
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