San Oscar de Bremen, monje y obispo
fecha: 3 de
febrero
n.: c. 801 - †:
865 - país: Alemania
Otras formas del nombre: Ansgario,
Anscario, Anskar, Amschar
Canonización:
pre-congregación
Hagiografía:
Catholic Encyclopedia
Elogio: San Oscar, obispo de Hamburgo y
después también de Bremen, en Sajonia, que, siendo monje del monasterio de
Corbie, fue designado por el papa Gregorio IV como legado para todas las
tierras del norte de Europa. Anunció el Evangelio a grandes multitudes de
Dinamarca y Suecia, consolidó allí la Iglesia de Cristo y, después de superar
con ánimo invicto muchas dificultades, desgastado por sus trabajos murió en
Bremen.
Patronazgos: patrono de los países escandinavos.
Refieren a este santo: San Adalardo
Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido
enviar al obispo san Oscar a evangelizar numerosos pueblos, concédenos, por su
intercesión, caminar siempre en la luz de tu verdad. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Llamado el Apóstol del Norte, nació en Picardía, el 8 de
septiembre del 801, y murió el 5 de febrero del 865. Entró como benedictino en
Corbie, de donde pasó a Westfalia. Con Harold -el Rey de Dinamarca que se había
bautizado recientemente, y que había sido expulsado de su reino pero ahora
regresaba- Autbert y Oscar fueron a predicar la fe en ese país donde Ebbo, el
arzobispo de Reims, ya había trabajado (aunque sin mucho éxito).
Oscar fundó una escuela en Schleswig, pero el celo desmedido
de Harold provocó otra tormenta que terminó en una segunda expulsión del rey, y
la consiguiente retirada de los misioneros. En compañía de los embajadores de
Luis el Piadoso (Ludovico Pío), entró entonces en Suecia, y predicó el
Evangelio allí. Aunque la embajada había sido atacada en el camino y
aparentemente había abandonado su misión, Oscar logró entrar en el país, y fue
recibido favorablemente por el rey, que le permitió predicar. El jefe de los
consejeros reales, Herigar, se convirtió, y construyó la primera iglesia de
Suecia.
Oscar permaneció allí un año y medio, y a su regreso fue
nombrado obispo de la nueva sede de Hamburgo, e instituido por Gregorio IV
legado de las naciones del norte. Restableció también la abadía de Turholt, en
Flandes, y fundó una escuela allí. En el año 845, Eric, el rey de Jutlandia,
apareció frente a Hamburgo con una flota de 600 buques, y destruyó la ciudad.
Oscar fue durante algún tiempo un fugitivo, incluso privado de sus posesiones
de Flandes por Carlos el Calvo, pero con el ascenso de Luis el Germánico fue
restaurado en su sede. El obispado de Bremen, que había sido la sede de
Leudric, su enemigo, quedaba al mismo tiempo, unida a Hamburgo, pero aunque el
acuerdo se hizo en el año 847 no fue confirmado por el Papa hasta el 857, y
Oscar llegó a ser el primer arzobispo. Mientras tanto, hizo frecuentes
excursiones a Dinamarca, aparentemente en calidad de enviado del rey Luis (el
Germánico). Construyó una iglesia en Schleswig y después fue como embajador
danés a su antigua misión de Suecia. El rey Olaf lo miró favorablemente, pero
la cuestión de permitir o no predicar fue consultada a los oráculos, que se
dice que dieron una respuesta favorable, posiblemente debido a las oraciones
del santo. Se construyó allí una iglesia y quedó establecido un sacerdote. En
el 854 lo encontramos de vuelta en Dinamarca, donde consiguió convertir la
enemistad del rey Eric en amistad. Eric había expulsado a los sacerdotes que
habían sido dejados en Schleswig, pero a petición de Oscar fueron nuevamente
llamados. El santo construyó otra iglesia en Jutlandia, e introdujo el uso de
las campanas, que los paganos consideraban como instrumentos mágicos. Además
convenció al rey vikingo de mitigar los horrores de la trata de esclavos.
Fue eminente por su piedad, mortificación y observancia de la
regla monástica; construyó hospitales, rescató cautivos, envió cuantiosas
limosnas al extranjero, y sólo lamentó no haber sido hallado digno del martirio.
A pesar de que escribió varias obras, muy poco de ello ha quedado. Añadió
frases devocionales a los salmos, que -de acuerdo con Fabricio, en su
«Biblioteca Latina de la Edad Media»- son un monumento ilustre a la piedad del
santo prelado. También había compilado una vida de san Willehad, primer obispo
de Bremen, y el prefacio que escribió fue considerado una obra maestra de esa
época. Todos su éxito como misionero lo atribuía a la piedad de Luis el Piadoso
y al celo apostólico de su predecesor en el trabajo, Ebbo, arzobispo de Reims,
que sin embargo, de hecho, había fracasado.
Traducido para ETF del artículo de Catholic Encyclopedia «St.
Anschar»; el nombre de «Oscar» (u «Óscar») es sólo usual en castellano, por lo
que al buscar en santorales en otros idiomas debe tenerse presente las muchas
variantes posibles: Anschar, Ansgarius, Anskar, Scharies, etc. Del artículo de
CE sólo se ha dejado sin volcar un párrafo, que refería a ediciones de las
obras de Oscar en el tiempo de publicación de la enciclopedia (1907). Para
comprender mejor la complicada trama política que se cuenta en la hagiografía
conviene tener presente algún esquema de la dinastía carolingia y el modo como
fueron repartidos los reinos francos por Ludovico Pío.
Imagen: estatua de san Oscar en Hamburgo.
Fuente: Catholic Encyclopedia
Ingreso o última modificación relevante: ant 2012
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